En la película Ray vemos cómo la tragedia, con la guía correcta, puede ser el origen de algo espectacular.
“La tragedia es una experiencia que ilumina el carácter.”, Joyce Carol Oates (novelista y poeta estadounidense)
Enfrentando la Tragedia
Ray es un drama biográfico de 2004 dirigido por Taylor Hackford y protagonizado por Jamie Foxx. Narra la vida del afamado músico del R&B, Ray Charles, y su lucha por sobreponerse a su ceguera y sobresalir en la vida.
La cinta fue muy bien recibida por los críticos y las audiencias con una recaudación de $124 mdd de un presupuesto de $40 mdd. La extraordinaria actuación de Jamie Foxx le hizo merecedor de los 5 grandes premios a Mejor Actor: el Óscar, Globo de Oro, BAFTA, SAG y Critics’ Choice; con esto, se convirtió en el segundo actor en la historia en ganarlos todos por la misma interpretación.
A muy temprana edad, Ray enfrenta la pérdida de su hermano menor y de la vista. Frente a este escenario desolador, la fuerza y entereza de su madre lo llevan por un camino de lucha, independencia y trabajo que es la clave para el resto de su vida. La película hace de la tragedia, el origen de un hombre imparable.
La Infancia: Origen de la Autoestima y Confianza
Ray vivía con su madre, Aretha, y su hermano menor en condiciones de extrema pobreza. Aretha era una mujer independiente a cargo de la crianza de ambos niños que lamentaba su falta de educación y no quería que sus hijos sufrieran lo mismo que ella.
Durante su infancia, Ray aprendió a tocar el piano y solía jugar con su hermano. Pero pronto llegaría una serie de trágicos eventos que lo dejarían marcado de por vida.
La personalidad se gesta en los primeros años de vida.
Las experiencias de esos primeros años son clave. Y ya desde pequeño, Ray cargaba con una culpa, un dolor y un impedimento visual irreversible que lo acecharían por el resto de sus días.
Un niño descarriado, maltratado o traumado tiene el potencial, el bagaje y la formación para ser un depredador de la sociedad.
Pero Ray, no. Él tuvo la fortuna de tener una madre dura, pero amorosa, sin educación formal pero con una gran sabiduría.
“Nunca dejes que nadie ni nada te convierta en un lisiado”, Aretha Robinson (mamá de Ray)
Los ejemplos, las palabras y los actos de los padres moldean a un niño. Forjan su autoestima y confianza. O la destrozan.
El origen de la fortaleza de Ray fue su mamá.
Como Ray, yo siempre escuché de mis padres “nunca digas ‘no puedo’, tú puedes. Te vas a caer y vas a sufrir y vas a llorar, pero tienes que levantarte, tienes que seguir adelante. Adelante, siempre adelante.” Hoy llevo estas frases tatuadas, me inspiran, me llenan y me dan fuerza.
El mundo está repleto de adultos con traumas, baja autoestima, carentes de amor, empatía y respeto. Todo eso pudo haberse evitado en su niñez.
Hoy tenemos la posibilidad de dar fuerza, confianza e inspiración a las nuevas generaciones como Aretha lo hizo con Ray. Y como mis padres lo hicieron conmigo.
Grandes Lecciones de Vida
Ray pasó por muchas dificultades en su vida pero tuvo el coraje, la disciplina y la entereza de enfrentarlas. Ese fue el gran legado de su madre.
Me pregunto cuántos de nosotros estaríamos derrotados si quedáramos ciegos repentinamente. Por eso, esta es de esas películas increíbles que si no fueran personajes reales juraría que es sólo ficción.
“Tienes que aprender rápido si quieres hacer las cosas por ti mismo”, Ray
Ray aprendió a guiarse únicamente por el oído sin usar bastón ni un perro guía porque esas cosas lo harían siempre dependiente. Así le enseñó su mamá y eso lo aplicó para todas las áreas de su vida.
La educación y la independencia fueron dos de las grandes lecciones de vida que recibió de su mamá. Y aunque el proceso fue doloroso, el resultado fue esplendoroso.
El proceso a muchos nos quiebra. Pero no a Ray. Estuvo cerca de quebrarlo, pero no lo hizo.
La sombra del arrepentimiento, la culpa y la soledad lo orillaron a las adicciones y a relaciones destructivas que casi lo hicieron perderlo todo. Pero salió adelante.
El origen de todo lo bueno… y lo malo, puede ubicarse en la infancia.
En su infancia, Ray sembró y cultivó el gusto por la música, la educación, el valerse por sí mismo y ser independiente, pero también la culpa, el arrepentimiento, el dolor y la soledad.
La vida y obra de Ray Charles es, literalmente, de película.
Aretha es figura central en la vida de este artista y al instaurarle valores, ética de trabajo, independencia, educación y fortaleza, sin saberlo crio a un hombre que hizo de la tragedia un trampolín para volverse imparable.
¡Nos leemos pronto!
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Las fotos son de Ray, Bristol Bay Productions/Avil Films/Universal Pictures, 2004.
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